La idea de este ejercicio, era pensar que estábamos bajo el apoyo de un mecena (patrocinador) en mi caso bajo el patrocinio del acueducto de Bucaramanga y la marca Brisa. Mi idea surge a partir de unos bocetos, donde planteo una ciudad construida a partir de jardines, ya que los espacios destinados para estas zonas cada vez se ven más amenazados. Pero no son cualquier tipo de jardines como ya se empezó a ver en algunas ciudades que simplemente constan de la vegetación y listo como un elemento decorativo bajo ningún fundamento sociológico, sino lo que yo planteo es la construcción de un espacio (jardín) que supuestamente es habitable, pero al disponerlo en las fachadas de las estructuras, es imposible su tránsito, es un proceso totalmente consciente sobre la realidad que nuestra era y claro no se le niega que al final va a terminar siendo decorativo ya que fue concebido inicialmente bajo esa premisa, ya que es agradable ante la vista humana y la misma integridad para todos los ciudadanos. La idea de los jardines va acompañada de la conformación y decoración típica de un jardín, llámense bancas, esculturas, pisos empedrados, fuentes; haciendo referencia a ese bien que se ve, pero que por distintas condiciones es imposible a su acceso, psicológicamente planteo una problemática similar al de poder ver pero no tener, esa imposibilidad del ser humano de lograr un alcance totalmente expandido.
Bocetos de posibles lugares a realizar el proyecto: Biblioteca Universidad Industrial de Santander y Hotel Chicamocha.
Después de plantear la idea en bocetos, el siguiente reto fue realizar la maqueta, y ver si es viable o no el proyecto. En el momento de la construcción de la misma se vieron varios inconvenientes ya que la idea original era plantar los elementos naturales como realmente corresponden, pero ante el obstáculo de la pequeña escala fue muy difícil este procedimiento (a no ser que fuera pasto, pero esa no era mi idea), por ello simplemente me dedique a pegarla directamente sobre la maqueta. Claro está que en la vida real para hacer un jardín vertical, se necesita tener una estructura metálica preferiblemente, que puede ser comprada en las tiendas para jardines, o hecha con unos cuentos cables y un poco de creatividad. Esta estructura metálica se cuelga en la pared de cierta forma que no quede completamente pegada a la misma, sino que tenga un poco de separación para evitar el exceso de humedad, para que entre un poco de oxigeno, y disponer siquiera dos capas impermeabilizantes para evitar que la humedad traspase a la estructura.
Se pueden utilizar dos placas de PVC o de fibra de vidrio, cortadas con el tamaño deseado. Entre ambas placas se pone una capa de fieltro en donde se enraizaran las plantas y fibra de coco. Básicamente funciona como un jardín hidropónico, con riego por goteo con sustancias nutritivas, y en un ambiente sin tierra.
Para el diseño de jardines verticales, nos simplemente se basa en la naturaleza, en como las plantas son capaces de sobrevivir en una condición suspendida creando una pared vegetal o muro verde, es decir de una manera en la que únicamente encuentren un soporte mecánico que les ofrezca condiciones óptimas de supervivencia y un aporte nutritivo, de manera que se puedan controlar absolutamente todos los parámetros químicos, (nutrientes, agua, etc.) y biológicos, (simbiosis ínter específica, colonias de hongos, bacterias beneficiosas, etc.), en cuanto a químicos, los aportes exactos que necesitan las plantas para vivir en esta posición estresante y no solo desarrollarse, si no tener mejor aspecto que las que viven en el suelo, a la hora de construir y diseñar un jardín vertical.
El cómo hacer jardines verticales no lo ha inventado nadie si no la propia naturaleza puesto que las plantas se desarrollan perfectamente en barrancos y acantilados, siempre y cuando tengan condiciones óptimas y por naturaleza ellas se adaptan perfectamente a las condiciones del medio ya sea horizontal o vertical, siempre crecerán hacia la luz, siempre la van a buscar.